Ha llegado el 26 de Junio, miercoles, ¡¡el verano ya está aqui!! es hora de darle un descanso a botas y bastones, y para honrarlos como se merecen por las mañanas que nos han hecho disfrutar nos vamos a comer un menu a la casa rural de Maroño, donde estuvimos cuando subimos a Tologorri. La cosa no empezo muy bien que se diga, ya que Piti habia quedado hacia las 15h. y eran las 15’40h cuando con derrapaje incluido entra el Peugeot en el area de aparcamiento. Nosotros llevabamos desde las 15h tomando un refresco y el amigo Gaizka, el chief de comedor, salia de vez en cuando ¡¡ que pasa con los MonatñEREs!! con buen rollo pero claro el no se podia ir a casa hasta terminar. Lo mejor faltaba por llegar, nos sentamos a la mesa frente a la barra del bar y nos cuentan que han llegado tan tarde porque se han perdido en el trayecto Urduña a Maroño. Vinu tienes que patentar esas historias, porque si han conseguido que Piti se pierda en un trayecto que haria hasta con los ojos vendados, es que enganchan; como la maria, la co….. ¿ Alguien se lo cree ? Gaizka no.
Hemos comido muy a gusto, ensalada variada, macarrones , lirios, guiso de carne, arroz con leche especialidad de la casa, cuajada, tarta y algunos txupitos de orujo y licor de hierbas para hacer una buena digestion. A pesar del retraso Gaizka se ha portado fenomenal, hasta se ha subido encima de la silla para hacernos la foto que presenta esta entrada. Eran casi las 18h. cuando nos hemos despedido hasta despues del verano; los de Bilbo, formales, formales, para casa; pero el Peugeot tenia ganas de marcha y se han ido por los alrededores, a Arcos de Quejana, el whatsapps no miente: 
Buen verano MontañEREs, acordaros de la crema cada dos horas, que este año los rayos del sol parece que vienen con un poco mas de mala leche.
Nota: a ultima hora Vinu nos regala la foto del enorme perretxiko con el que nos puso los dientes largos el jefe del sitio, la pena es que no se puede 
oler, ¡¡imaginaroslo!!
MontañEREs 
Andaba yo leyendo Guerra de Tronos una novela fantástica propia de estos días, cuando me ha llegado esta comunicación con la fabulosa historia (no menos interesante) de «Piti perdido y hallado en el monte».
Ardo en deseos de que me llegue la segunda entrega de lo que promete ser el comienzo de una apasionante saga.
Bueno espero que os vaya bien este verano cada uno en su sitio.
Mi mujer se ha acostumbrado al frío y le ha caducado el Nivea, de modo que me ha organizado un crucero por los Países Báltico, me largo la próxima semana.
Agur, ondo pasa